EL TACTO

EL TACTO

El tacto es uno de los cinco sentidos mediante el cual percibimos gracias al contacto directo, la forma y el estado exterior de los cuerpos; el sentido del tacto se ejerce sobre todo por medio de los dedos de las manos.

EL TACTO

“Manzanas de oro con cubiertas de plata, es la palabra dicha como corresponde.”

Mishlé (Proverbios) 25:11 

El tacto es uno de los cinco sentidos mediante el cual percibimos gracias al contacto directo, la forma y el estado exterior de los cuerpos; el sentido del tacto se ejerce sobre todo por medio de los dedos de las manos.

Los sentidos hápticos (tacto) son los primeros que se desarrollan en el feto; se le considera como el estudio del comportamiento del contacto y las sensaciones. El sistema de percepción háptica es especial porque puede incluir los receptores sensoriales ubicados en todo el cuerpo y relacionados con el movimiento de dicho cuerpo, de acuerdo a la acción perceptiva que está recibiendo de su entorno vivencial.

La percepción háptica se apoya en las fuerzas que se experimentan mediante el contacto. El sentido del tacto forma parte de la piel, el órgano más grande del ser humano y los animales, por lo tanto no podemos hablar del tacto sin traer a colación la piel, cubierta esta que guarda grandes misterios de los cuales mencionaremos algunos en este escrito.

Primero analizaremos la palabra tacto en el idioma hebreo. ¿Por qué en este idioma y no en otro? Muy simple, porque cuando fue entregada la Torá en el Monte Sinaí a Moshé Rabenu, esta fue escrita en hebreo sobre dos piedras de zafiro por el dedo de Hashem. Este idioma tiene características que lo diferencian de las otras lenguas, y es que a cada letra del Alef Bet le corresponde un valor matemático que le permite a la Divinidad navegar en los códigos más sutiles y sofisticados, donde quedan imbuidos y ocultos los misterios que hasta los grandes hombres de Di-os anhelaron descubrir. Es decir, estamos hablando que la Torá nos muestra un lenguaje dual; el lenguaje literario histórico visible y el lenguaje espiritual constructor de puentes de palabras que conectan este mundo físico con el mundo espiritual, donde tu puedes ir y venir y reconocer a aquel que te creó y retornar a esa relación de dialogo entre tu tiempo de hoy, con el destiempo infinito de la eternidad.

“Cuando todavía no te había formado en el vientre, te he conocido;

y cuando todavía no habías salido de la matriz, te he consagrado…”

Irmeyahu (Jeremías) 1:5

 “Llama a Mi que te responderé, y te referiré cosas grandes e inaccesibles que no las conocías”

 Irmeyahu (Jeremías) 33:3

El tacto, en hebreo מגע (Magá), es uno de los cinco (5) sentidos, su valor gemátrico es 5; esto nos recuerda que las matemáticas del cielo son más que exactas…son perfectas!!! Porque aquel que es poderoso y maravilloso creó las ecuaciones, los pesos moleculares de cada hecho creado, y ha permitido que los científicos accesen a ellas; pero ninguno de ellos las inventaron, simplemente las descubrieron, ya que la gravedad, la inercia, los agujeros negros y todas las leyes y teorías científicas, son las ecuaciones existenciales de la creación, y ya existían antes que nacieran los científicos de este planeta y de todas las generaciones. Por lo tanto; ¿cómo adjudicar la grandeza de su gloria a alguien que tomó de lo que ya estaba hecho y calculado, por aquel que está más allá de todo lo creado por Él mismo?

Veamos el concepto de piel: es una membrana que cubre el cuerpo humano y de los animales; también la piel es la membrana o “cubierta’ qué envuelve las frutas.

“Manzanas de oro con cubiertas de plata, es la palabra dicha como corresponde.”

Mishlé (Proverbios) 25:11

Piel en hebreo es עור (Or = Luz) y su valor matemático es 6. ¿Coincidencia o reconocimiento que detrás de toda la creación hay una magna inteligencia infinita más allá de nuestra inteligencia finita, y que esta no la logra decodificar? …Sigamos navegando en las aguas del entendimiento; 6 fue el sexto día de toda la creación, en este día Hashem creó al hombre y lo vistió de luz, su traje y el de Java eran parecidos al nácar interior de la ostra, donde espera la valiosa perla ser rescatada por su amado. En este sexto día cesó de crear el Eterno y descansó para que el primer hombre realizara el primer Erev Shabat.

Sus trajes de luz eran como la plata transparente y emanaban una gran luz que iluminaba sus caminos por todo el Gan Edén, pero cuando Adam y Java pecaron, sus trajes de luces nacarados se apagaron; ellos corrieron a ocultarse tras los arbustos, porque un espíritu de miedo tomó sus mentes desprovistas del halo de luz que les protegía.

Cuentan nuestros sabios que lo único que nos queda de ese traje de luces son las uñas, para que nunca olvidemos de dónde venimos y que hay uno más grande que nosotros que espera por ti y por mi… ¡nuestro Padre que está en los cielos!

“Vosotros sois la luz de esta edad presente; una ciudad

edificada sobre una montaña no puede esconderse.”

Mattityahu (Mateo) 5:14

Cuando escudriñas esta Santa Palabra, descubres un mundo de misterios y secretos que no entendías, pero hoy forman parte de ti cuando la Palabra te recuerda que eres la “luz de este mundo” porque toda tu piel es luz, y es el nombre que a Hashem le plació darle a tu cubierta…Or, luz.

Sigamos remando en estas aguas del conocimiento; habíamos dicho que la palabra tacto מגע (Magá) tiene un valor gemátrico de 5, pero cuando vamos a la palabra oro que nos habla Proverbios 25:11 descubrimos que el valor matemático de la palabra oro זהב (Záhv) es 5, igual que la palabra tacto. Al juntar oro y tacto nos da como resultado 10; este es uno de los números que representa el infinito de la existencia de Di-os. Los ceros no cuentan; es decir, no valen nada vayan a la izquierda o a la derecha, por lo tanto tendremos 1 como resultado. Esto nos lleva a recordar lo que nos dice la Palabra: Shemá Israel Adonay Elohenu, Adonay Ejad (Escucha, Israel, El Eterno es nuestro Di-os, el Eterno es UNO y único)

Ahora bien, analizaremos la otra palabra que nos dice Proverbios 25:11; plata כסף (Késef) con un valor matemático de 7; este número también representa al Eterno, el número perfecto, séptimo día de la semana, día de descanso, el Shabat, el día más santo donde Hashem derrama cada semana toda su gloria en cada hogar que decide invitarlo a su mesa de Shabat.

Del Edén podríamos decir que es el lugar más enigmático, más lleno de misterios insólitos, que soslayan la realidad más allá de la exégesis de los laberintos escrutables de la razón… Cuando la manzana meditaba en alta voz, el oro y la plata prestaban sus oídos refulgentes para escuchar la dulce, encantadora y melodiosa voz de roja entonación. Prendada del árbol cantaba la manzana, mientras el viento la mecía como al bebe que se extasía con el vaivén de los brazos maternales de su virtuosa madre.

Cuéntame y enséñame Di-os los diseños, los planos de los “imposibles que no creen en los sueños posibles; cuéntame como de la nada creaste el reino vegetal, animal, mineral y el reino de los hombres que son los embajadores del reino de los cielos en la tierra… ¿Acaso puede ser posible que todos estos reinos sean uno, como tú eres UNO?

Luego se escuchó por todo lo alto una gran voz de barítono con fuerza y poder que silenció el entorno de toda la creación como si esta, como novia enamorada, esperara por Él:

¿Sabias que yo como UNO, puedo UNIR lo que separado está? Que Mi UNICIDAD es el mismo UNI-VERSO; poemas de cánticos “larguilocuentes” que trascienden los imposibles que no conozco, más allá de todo lo que he creado; versos que salen de mi voz para unir lo que está separado, desordenado y vacío… Por lo tanto te mostraré Mi “universologismo”, para que tus sueños floten en los universos, como flotan las estrellas que existen, las que existieron, y que aún están allí, en los tiempos akásicos donde lo imposible no existe en mi existencia perpetua.

“Pues para Di-os nada es imposible.” Hilel (Lucas) 1:37

Ahora bien, te usaré a tí para mostrar a la raza humana que lo “imposible” Yo nunca lo creé; simplemente él es un sonido como un compas de silencio en la escala musical, que calla mientras la voz de Mi canto impregna todos los universos, desde ahora y para siempre.

Y el canto del Eterno seguía escuchándose en todo el Gan Edén:

Escucha manzana mía, afina tus oídos al cántico de Mi voz. Cambiaré tus vestiduras rojas y te pondré un nuevo traje con cubierta de plata para que alumbres el camino de uno que camina en tinieblas; tu pulpa y tu corazón de oro bruñido por Mi Palabra será entendida como corresponde por aquel que la reciba, porque alimento eterno será a la primera mordida y el néctar de Mi Palabra paladeará y entrará como la miel que destila del panal para sanar su cuerpo; entonces su alma cantará de alborozo como canta el ruiseñor cuando raya la luz de un nuevo día, y emite el cántico más hermoso para que dancen los enamorados.